martes, 16 de noviembre de 2010

La Conjuntivitis

Que hacer y cómo tratarla

La inflamación de la conjuntiva es una de las condiciones que con mas frecuencia afecta el ojo.

La conjuntiva es una membrana mucosa, transparente, que recubre la superficie externa del globo ocular.

Esta compuesta de vasos sanguíneos y glándulas secretoras de lagrimas mucus, que contribuyen a la lubricación y al mecanismo de defensa del ojo. Esta inflamación es una de las causas mas comunes de ojos rojos, sobre todo en los niños.

Existen diferentes tipos de conjuntivitis, que dependiendo de su agente causal producirán síntomas de menos a mayor gravedad. Rara vez provocan disminución de la visión permanente, aunque hay ciertas excepciones, por casos mal tratados o crónicos, que presentan complicaciones que pudieran evolucionar con perdida de visión.

Las causas mas frecuentes de conjuntivitis son:

· Las infecciosas, relacionadas a virus, hongos o bacterias.

· Las relacionadas con procesos alérgicos.

· Las conjuntivitis por contacto por exposición con sustancias toxicas.

· Las blefaroconjuntivitis, producida por procesos inflamatorios crónicos como la blefaritis (infección de los parpados)

Las conjuntivitis bacterianas afectan con mas frecuencia a los niños por contacto directo de secreciones infectadas; por lo general, los responsables son los estafilococos, neumococos y el H, influenzae, comúnmente productores de procesos catarrales, neumónicos, infecciones de oído, sinusitis, entre otras. A diferencia de la viral, se presenta con secreciones purulentas verde amarillentas, de costra, ojo rojos y edema de parpado.

Hay cosas especiales, como la conjuntivitis del recién nacido, que se puede manifestar desde las primeras 72 horas después del nacimiento hasta la primera semana de vida. Esta es transmitida por la madre a través del canal de arto, si ella padece de alguna enfermedad de transmisión sexual (ETS) como clamidia, gonorrea o virus. Se presenta con ojo rojo y secreciones purulentas amarillas y abundantes, sobre todo en la noche y requiere tratamiento medico inmediato para evitar complicaciones.

Las conjuntivitis virales están asociadas por lo general a adenovirus durante o después de infecciones respiratorias; son altamente contagiosas por vía respiratoria y secreciones oculares, y producen excesiva molestia a la luz, lagrimeo excesivo, ojo rojo y edema de parpados. Las secreciones en estos casos son acuosas transparentes, menos espesas que en las bacterianas. En casos más severos pudiera acompañarse de hemorragias subconjuntivales, puntos blanquecinos en la cornea que puede conllevar a visión borrosa.

El tratamiento de este tipo de conjuntivitis va dirigido primero a la prevención del contagio, en caso de tener un afectado cercano, manteniendo las medidas de higiene de lugar, tales como:

· Lavado de las manos con jabón con mucha frecuencia.

· Uso de toallas desechables de papel en lugar de tela, y descartarlas de inmediato.

· No compartir sabanas y cambiarlas frecuentemente, así como las fundas para almohadas.

· Evitar la manipulación del ojo.

Tratamiento

Ya establecido el diagnosico de conjuntivitis, la medicación se aplicara dependiendo de la etiología u origen. Por lo general, las bacterianas requieren aplicación de colirios o ungüentos antibióticos que deben ser indicados por su médico oftalmólogo. Las virales regularmente son autolimitadas y el tratamiento va dirigido a mejorar los síntomas, no a combatir el agente infeccioso en sí.

En todos los casos debemos seguir las siguientes indicaciones:

· Mantener el ojo libre de secreciones, lavándolo con frecuencia, preferiblemente con soluciones jabonosas hipoalergenicas suaves, para no causar mayor irritación.

· Secarse con papel toalla, descartando inmediatamente el mismo.

· Lavarse las manos después del contacto con el ojo afectado, para no diseminar la infección al otro ojo o a otras personas.

· Utilizar solo la medicación autorizada por su especialista, en caso de necesitarla.

El las alergias, el síntoma principal es el prurito o picor y la sensación de tener un cuerpo extraño (como arena dentro del ojo) además del lagrimeo; el ojo rojo es otro síntoma, aunque en menor proporción, y la fotofobia.

En la mayoría de casos, la conjuntivitis alérgica es de larga evolución y se ascia con frecuencia a rinitis alérgica. Por lo general, el agente causal es ambiental: la contaminación, la estación del año (como primavera y verano, que es cuando más se activan las alergias), los ácaros o la sensibilidad especifica a un alérgeno.

El tratamiento requiere de antialérgicos en colirios y por vía oral (sobre todo cuando existe rinitis alérgica), así como lubricantes. En algunos casos es requerido al uso de vasoconstrictores. Las compresas frías de manzanilla pueden ayudar a aliviar los síntomas. Por supuesto, si existe sensibilidad a algún agente específico lo indicado es eliminar el contacto con el mismo.

Si padece de conjuntivitis o sospecha tenerla, visite a su oftalmólogo de preferencia para que le realice una evaluación completa y hacer el diagnostico diferencial con otras patologías que también producen ojos rojos.