miércoles, 20 de octubre de 2010

El estrés entre universitarios Haitianos en República Dominicana

Esta fue una publicación que realizara el periódico Clave Digital y quiero compartirlo con ustedes.


Un estudio sobre las actitudes de los universitarios haitianos hacia los estímulos estresantes de su ambiente social en el país determinó que los elementos que le generan mayor estrés son aquellas cosas que identifican como malas conductas de sus compatriotas en el país, y no las actitudes de rechazo por parte de los dominicanos, las cuales fueron escasamente señaladas por el grupo como desencadenantes de malestar psíquico.

La tesis de psicología “Actitudes de los estudiantes haitianos de la Escuela de Idiomas de la Universidad APEC ante estímulos estresantes de su vida social en República Dominicana, relación con su nivel de estrés ’’, presentado por Heandel Beaubrun para la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, reveló que el 54% piensa que la conducta de sus compatriotas resulta más estresante para ellos que la actitud de rechazo de los dominicanos, que fue señalado como un factor generador de estrés por apenas un 12,9 de la muestra escogida para el estudio.

En ese mismo sentido, otro hallazgo que el autor considera significativo es el hecho de que frente a las razones históricas que pueden explicar las actitudes de rechazo de los dominicanos hacia los haitianos (y que el 51.40% considera como la principal causa de éste), un relevante 40% de los encuestados dice que son las malas conductas que algunos compatriotas exhiben en el país lo que origina el problema.

Si bien el estudio establece que los estudiantes haitianos guardan sentimientos de solidaridad hacia sus connacionales, a menudo se resienten de las acciones de éstos que los llevan a ser blanco de críticas por parte de los dominicanos. Las actitudes hacia los últimos también fueron medidas, y determináron que poseer un nivel educativo mayor que el resto de sus coterráneos cambia su forma de relacionarse. Pese a que más de una tercera parte percibe que los dominicanos odian, o son agresivos con los ciudadanos haitianos, el 47% mostró una actitud positiva hacia los primeros, y son precisamente esas actitudes positivas las que les permiten vivir con menores niveles de estrés.

Pero si la mayoría de los indicadores del estudio demuestran que los niveles de tensión están por debajo de la media, y que no es el intercambio social con los dominicanos lo que causa mayores preocupaciones a los universitarios del país vecino, entonces, ¿cuáles otros factores les generan malestar?

“Según este estudio, el hecho de que se encuentran en un ambiente nuevo. También hay factores económicos que influyen y el factor social, aunque aquí no se revela mucho, porque estamos hablando de una muestra de estudiantes. Pero de cualquier forma se revela que ellos también sienten discriminación, pero no es el porcentaje más alto”, responde Beaubrun.

Estas actitudes positivas, sin embargo, no son suficientes para lograr niveles de interacción altos entre ambos grupos. El estudio encontró que si bien un 80% de los encuestados dice tener “amigos” dominicanos, más de un 67% no participa de grupos mixtos, es decir, que incluyan personas de ambos países.

Esta tendencia a formar pequeñas “colonias” dentro del ámbito estudiantil ya había sido analizada en un estudio realizado por Francisco D’Oleo, de la misma universidad, para el Fondo de Investigaciones de Estudios Económicos y Sociales. El estudio planteaba que los niveles de discriminación percibidos por los estudiantes haitianos en las aulas de las universidades originaban que la interacción entre dominicanos y haitianos fuera baja, y que éstos últimos formaran sus propios grupos de estudio en los cuales los dominicanos tenían escasa o nula participación.

En la actual investigación, la percepción respecto de los prejuicios raciales no se preguntó de forma directa, aunque por estudiar a un grupo migratorio, sí se hicieron preguntas relativas a las actitudes percibidas por parte de los dominicanos. El autor evitó profundizar en ese aspecto por dos razones: “Ese es el tema que más se estudia siempre que se habla de haitianos, y segundo, traté de evitarlo por razones de objetividad, porque no creo que hubiera podido hacerlo con toda objetividad”, según expresa. Pero de los resultados obtenidos, le parece bastante relevante que el factor discriminación no sea el que mayor malestar genere entre el grupo estudiado. De hecho, una parte del estudio resalta positivamente los sentimientos de identidad nacional que permiten que la mayoría no trate de ocultar su país de origen para evitar eventuales rechazos.

De los hallazgos. Para Heandel Beaubrun, su tesis de grado para optar por el título de psicología contiene resultados de dos tipos: aquellos con los que, como parte de ese colectivo, se sintió plenamente identificado, y otros que le parecieron sorprendentes. Una de las respuestas con las que esperaba encontrarse, por haberlas experimentado personalmente, fue aquella relativa al tiempo que los entrevistados llevaban residiendo en el país. Se trató de la pregunta menos respondida en el estudio, si bien la muestra seleccionada comprende estudiantes que van desde tres meses a un año en el país. La forma en que el autor lo interpreta es la siguiente:

“Ese es un punto que ya de manera personal había observado con amigos. Pero en el estudio casi el 100% no aceptó decir qué tiempo tenía en el país. Nos parece que el estudiante haitiano siente que estás tratando de evaluarlo, de saber cuánto ha aprendido, cuánto sabe de República Dominicana, qué nivel de idioma tiene, y se siente amenazado con esa pregunta. Que se sienta evaluado siempre es un elemento estresante”, responde.

Al mismo tiempo, comenta otros resultados encontrados en su estudio que le parecieron sorprendentes; entre ellos, la actitud de los estudiantes haitianos hacia los comentarios negativos que escuchan sobre sus connacionales, y que explican que se deben a la mala conducta de de éstos en el país. “Hicimos una pregunta acerca de que si ellos pensaban que el problema de los dominicanos era un problema histórico, un problema debido a la historia de los pueblos o a la mala conducta de los haitianos, y la mayoría contestó que el problema era que éstos a veces se comportan mal en el país. Me parece que se trata de una respuesta bastante significativa para este estudio”, dice.

Igualmente significativo le pareció el bajo nivel de interacción encontrado entre los estudiantes de ambos países.

“Me parece que un gran número de estudiantes haitianos no se integran en grupos de dominicanos. Se cierran en sí mismos, pasan el día entero conversando con sus amigos que han conocido en Haití, pero se cierran hacia nuevas amistades, y esa es parte de las actitudes más determinantes”.

Esta tendencia a cerrarse a nuevas relaciones no sólo concierne a los dominicanos, sino que también excluye a haitianos fuera de su propio círculo estudiantil. La razón, explica el autor del estudio, es que el estudiante haitiano comúnmente no es muy abierto, además de que provienen de distintas partes, lo que dificulta la interacción.

Heandel Beabrun admite sentirse reflejado en el estudio propuesto, a pesar de haberlo realizado con una muestra de una universidad a la que no pertenece, en aspectos como el sentimiento de identificación y solidaridad hacia sus connacionales que gozan de menos privilegios que él en el país. Al mismo tiempo -y lo apunta como un elemento balanceante- siente que las malas acciones de sus compatriotas son las que provocan aquellos comentarios negativos que cada cierto tiempo se ventilan a través de la prensa y que cotidianamente se comentan entre la gente de la calle.

Su propuesta es profundizar el conocimiento entre ambas culturas como una forma de propiciar el acercamiento social de estos grupos. Conocer más sobre la historia de ambos países debería poder aumentar la aproximación entre los estudiantes que comparten una misma aula.

TENDENCIAS

3,806

Haitianos estudiaban en universidades dominicanas hasta julio de 2008, según un estudio del Fondo de Investigaciones de Estudios Económicos y Sociales.

75%

realiza estudios que financian sus padres. Apenas un 1.8% estudian bajo la modalidad de becas, según ese mismo estudio presentado por Francisco D’Oleo.

70%

Estudiantes de español de la universidad APEC fue la muestra representativa escogida para el estudio sobre sus actitudes hacia el estrés en su vida social.

47%

Muestra actitud positiva frente a las eventuales actitudes de rechazo de los dominicanos, lo que les permite experimentar menores niveles de estrés.

54%

Entiende que las acciones negativas de sus connacionales en el país pueden resultar más estresantes que las actitudes de rechazo de los dominicanos.